Cuando estaba embarazada se me antojó un llamador de ángeles. Quería uno a toda costa, y al final, claro, lo conseguí. Me costó un poco encontrarlos pero cuando lo hice Sam me lo regaló. La creencia popular dice que son protectores que favorecen el bienestar a quien lo posee, que el sonido que hacen trae paz y alegría al espíritu. A mi desde luego me encantaba hacerlo sonar. No sé si se le puede llamar paz de espíritu pero me reconfortaba.
Lo llevaba a modo de colgante en el cuello, largo para que me llegara a la tripa y Abilea pudiera escucharlo también y la "protegiera". Desde luego, desde que aprendió a andar y a querer explorarlo todo ha habido momentos en los que he pensado que había un angelito cuidándola, porque ¡mira que es trasto! y ¡las que me ha hecho pasar! (espero que no sean muchas más o muero de un infarto antes de los 33 ¬¬') y se ha librado de más de una que podría haber resultado muuuuuy peligrosa.
Existen muchas leyendas sobre la historia y los orígenes de estos llamadores de ángeles, pero probablemente la más hermosa de todas sea una la siguiente leyenda celta:
“Hace miles de años, los humanos vivían en contacto directo con sus Ángeles Guías o Ángeles de la Guarda, y que, por alguna razón, seguramente vinculada al Pecado Original, tuvieron que dejar de vivir conjuntamente con éllos. Los Ángeles, apenados por la pérdida de la compañía de los humanos, , obsequiaron a éstos con colgantes esféricos de plata pura que, al agitarlos, sonaban como campanillas.”
“Estas esferas eran un símbolo de protección. Los Ángeles se despidieron de los humanos y les explicaron que, aunque ya no los volverían a ver, si se sentían en peligro, desprotegidos o simplemente tristes, sólo necesitaban agitar la esfera, ya que, cuando escuchara su sonido, el Ángel Guía -Ángel Guardián- de cada uno, acudiría en su ayuda o compañía.”
“Los Ángeles pusieron una condición: el colgante sería de uso exclusivo y personal, pues todos tenían un sonido propio y reconocible por cada Ángel Guía -Ángel de la Guarda-, y este ángel no puede ser prestado a otra persona. Si se contravenía esta condición, la magia y protección de la esfera desaparecería. También explicaron a los humanos que el mismo colgante podía ser utilizado por una madre y su bebe mientras éste se encuentra en gestación, ya que en este estado, ambos comparten un Ángel Guía. Una vez que el bebé hubiera visto la luz, la madre debía decidir si el colgante se utilizaba para su protección o para la de su hijo recién nacido”.
¿Qué os parece la historia?
¿Vosotras también tenéis o habéis tenido un llamador de ángeles? ¿Le dais algún crédito a lo que dicen?
¿Os apetecería tener uno? o por el contrario...
¿Queréis regalar alguno?
Pues...
Buenas noticias
¡¡Me quedan 4!!
Listos para ser enviados a quien tú quieras con mucho cariño ^.^
Ponte en contacto conmigo y hablamos.
¡Que tengáis un día maravilloso!
